miércoles, 16 de septiembre de 2009

LLEGA EL INVIERNO AL CORTE INGLÉS

Aunque parezca el anuncio típico de ropa que esta marca comercial utiliza en sus anuncios televisivos, no lo es.

Esta empresa, de años de evolución y corte español (supongo que lo de inglés es por eso de vender más), cada vez da "mejor" servicio. Y lo peor, es que esto pasa sólo en Huelva, al menos de los cortes ingleses que he visitado y yo conozco.

Pues nada. Que el pésimo trato, el intentar colar goles a los clientes y la frialdad e insulto implícito en desafortunadísimas palabras del vendedor hacia la clientela parece ser el pan nuestro de cada día en este establecimiento. Ahora resumo el porqué:

El otro día compramos Lileth y yo un pequeño electrodoméstico que, por esto de la novedad, pagamos con la tarjeta de compra que el propio establecimiento tiene a disposición de los clientes que lo soliciten (sí, sí... es novedad porque me la saqué hace poquito). Como tengo esa suerte extrema con los electrodomésticos y otros aparatos que adquiero (lo siento por Lileth), venía estropeado. Para que funcionase, debía dejar presionado el botón de "on/off", y como era un artilugio de cocina, no iba a dejar el dedo puesto ahí los 45 minutos que dura la cochura (lo uso para otros menesteres, como en un par de entradas más abajo dejé constancia).

Pues fuimos a devolverlo, evidentemente. Pero el señor que nos atendió no opinaba lo mismo: había que llevarlo a reparar.

Yo estoy de acuerdo en que las cosas estropeadas hay que repararlas... pero, señor mío, yo compré un objeto NUEVO, que he devuelto SIN USAR, y me niego a aceptarle no disponer del producto INMEDIATAMENTE, pues para eso lo compré. Además, el pájaro este dijo que "habría que contrastar la información, no fuera a ser que LO HUBIERAMOS ROTO NOSOTROS".
Los ojos de Lileth llamearon. Yo arqueé la ceja como el Sobera... o me llevaba una nueva, o la devolvía... fuera como fuese, ese electrodoméstico se lo iba a comer con las patatas que el susodicho aparato promete que hace,de una forma u otra. Al final, nos trajimos una nueva, no sin que Lileth pusiera los puntos sobre las "i" antes.

El caso, es que antes no había problemas con este tipo de cosas. Mucho menos poner en entredicho a los clientes. Y mucho menos aún tal y como están las cosas. Me ha cogido cansado últimamente, pero queda pendiente esa llamada a Atención al Cliente (de la central en Madrid) para poner en conocimiento cómo funciona el puñetero Centro Comercial Costa Luz de Huelva.

Las próximas compras de más de 10 €, las haré en el Corte Inglés de Sevilla, donde al menos no dudan de mi palabra... Todo ello si atención al cliente me da una respuesta satisfactoria, o me doy de baja de la tarjetita de marras.

La primera vez que la uso, en la frente.

2 comentarios:

MediaBaldosa dijo...

No sirve de nada pedir la hoja de reclamaciones. Resulta que te dan un formulario interno que lo rellenas y luego se limpian en culo con él, porque no es una "hoja de reclamaciones" normal y corriente con la que luego puedes ir a una oficina de atención al consumidor y quejarte. Noooo, es un papelito interno que no vale pa ná!!!.

Anónimo dijo...

No puedo estar más de acuerdo. Llevo viviendo en Huelva menos de un mes (aunque visitándolo a menudo por motivos de trabajo) y nunca he visto peor servicio en un Corte Inglés: poca educación de los dependientes, se han olvidado por completo de aquello de " el cliente siempre tiene razón..."
A nosotros no querían cogernos un billete que estaba pegado por una esquinita con cinta adhesiva, decía que fuésemos al banco a que nos lo cambiaran